Ciudad, animales y La Rioja

Hola otros:

Sí, sí, vosotros sois "los otros", porque estas actividades son, para los que estamos aquí, un mundo aparte, con su propio tiempo (no hay tele, no hay prensa) y su propio espacio (muy variado), con 45 criaturas haciendo muchas cosas nuevas, conociendo gente... Pero bueno, os lo contamos y con imágenes, para que os hagáis una idea.

Empezamos la mañana en Santander, buscando edificios en los Jardines de Pereda y el paseo, visitando el museo marítimo (no hay fotos porque no nos dejaron hacerlas), con un acuario estupendo, con sus tiburones (pequeñitos), sus meros y sus rayas... Nos gustó mucho. Santander es una ciudad preciosa y el museo es genial, con un esqueleto de ballena de más de 24 metros y con 740.000 litros de agua en el acuario. También hemos visto hacer una playa. Como lo oís, estaban echando y moviendo un montón de arena para reponer la que el agua se va llevando. En las primeras fotos lo veréis.

La península de la magdalena no es una tienda donde vendan ese dulce, es el lugar donde está el palacio que el pueblo de Santander le regaló a Alfonso XIII. Allí vimos naos, pingüinos y focas. Un aperitivo de lo de la tarde.

Comimos en el colegio "Fuente de la Salud", donde nos atendieron como a reyes, buena comida y buena gente, con la que jugamos al fútbol después de la comida. El resultado, que era lo de menos, fue de empate a uno, así que el pabellón de las Escuelas Viajeras fue defendido con honor. Gracias a las cocineras, al director, a la conserje, por la acogida, la comida, el arbitraje del partido, la amabilidad de atendernos y muchas cosas más.

Por la tarde Cabárceno. A medio camino entre un zoo y una reserva natural, con grandes espacios (en comparación con un zoológico al uso) en medio de tierras rojizas porque contienen hierro, vimos osos, jirafas, rinocerontes, elefantes, tigres, leones, jaguares... Algunos muy cerquita y otros desde el autobús, que era cosa de movernos con él, bajar, ver el animal que tocara y... a por otro. Muy divertido. Aprovechamos para pediros atención en las fotos, no sea que confundáis la fauna salvaje con nuestros niños... Estos son domésticos, aunque a veces nadie lo diría :-)
Se nos olvidaba un divertido espectáculo con leones marinos, donde agradecimos que nos refrescaran y nos divertimos saludando a los animales para corresponderles.

De vuelta en la residencia, tras las rutinas que os explicamos en el twitter, llego el turno de conocer mejor de dónde viene cada uno de nosotros.

La noche de hoy era de los queleños. Hemos aprendido mucho sobre La Rioja, sobre sus siete ríos llevando el agua al Ebro, sus ciudades y sus poetas famosos. Más aún sobre Quel y la zona del Cidacos. David había  preparado una canción, entre acorde y acorde aprendimos que en Haro la luz llegó enseguida, que Quel tiene un castillo precioso, que allí repartís pan y queso en agosto... Así se aprende mejor, pero ¿Sabéis qué? Que lo mejor es que nos aprendimos todos la canción, y que el estribillo, que dice "Somos riojanos", lo cantamos a voz en grito, ya fueramos de Nador, de Villaralbo o del propio Quel, así que si mañana los periódicos dicen que la densidad de población de La Rioja creció un poquito a eso de las diez y media de la noche, fuimos nosotros, que nos convertimos en hijos adoptivos en ese momento.

Bueno, los chicos están ya dormidos, hace rato, y mañana toca un día movidito, con viaje largo en autobús, subida en teleférico y otro montón de emociones (y de fotos). Os dejamos vuestra ración de hoy ¿Os parecen bien doscientas? Así estaréis entretenidos.